La compañía Philip Morris (en memoria de un tabacalero británico) en 1924 decide introducir al difícil mercado americano la marca Marlboro como un cigarrillo dirigido a la tentación y apetitos femeninos. El célebre contenedor alteraba con elegancia su composición original (donde el tabaco se contenía únicamente por la presión del papel arroz), al incorporar al mismo, un filtro de acetato de celulosa coronado por una simpática diadema de ribete dorado.
DESCUBRIR Más! » Historia Completa !!
DESCUBRIR Más! »