Todo sobre las bicicletas eléctricas
Además de que llevan motor y no hay que pedalear en las cuestas, ¿qué ventajas tienen? ¿Y desventajas?
¿Qué es una bicicleta eléctrica?
Empecemos por el principio. Si sólo escuchar el término “eléctrica” te causa impresión y te genera respeto, estamos aquí para derribar mitos y temores injustificados. Una bicicleta eléctrica es un ciclo normal al que se ha añadido un motor eléctrico y una batería. El motor se localiza normalmente en el eje de la rueda trasera para impulsar la bicicleta, aunque también puede estar en la delantera. Es una “bicicleta de pedaleo asistido eléctrico”, cuyo motor no pretende llevarnos sin que hagamos nada (no es una moto), sino ayudarnos a pedalear con menos esfuerzo. Dicho motor es sencillo, con una potencia que varía entre los 180 y 250 watios.
¿Cómo funciona?
El motor de la bicicleta eléctrica se recarga extrayendo las baterías y conectándolas a la red eléctrica convencional, en un enchufe normal, como cuando recargamos nuestros teléfonos celulares. El mecanismo es sencillo y, gracias a estas baterías, en las cuestas o en los tramos que se nos hagan difíciles por ejemplo por tener el viento en contra podemos dejar de pedalear, o pedalear más suave, y que el motor haga su trabajo. Eso sí, cuando la bicicleta se detiene el motor se para. En otras palabras, como decíamos, no es “una moto”. Normalmente, en una pantalla tú podrás regular la potencia del motor y ver si requieres que haga más o menos fuerza. Las baterías de litio proporcionan una autonomía de entre 50 y 70 kilómetros, aunque por supuesto puedes llegar todo lo lejos que puedas pedaleando. Para un consumo urbano, que es para lo que han sido pensadas, esa distancia es más que razonable.
¿Qué ventajas tiene?
Una bicicleta eléctrica es interesante por varias razones:
La primera y más obvia ventaja es la comodidad. Saber que no vas a llegar sudoroso a trabajar después de subir una cuesta resulta muy atractivo, igual que atreverte con una ruta el fin de semana en algún monte que te intimidaba porque ese desnivel ya será pan comido con tu nuevo ciclo. Y eso, seguramente, hará que te animes más a convertirte en ciclista.
La segunda ventaja son sus baterías. No hay que tenerles miedo. Son fáciles de quitar y livianas, lo que significa que puedes parquear tu dos ruedas sin preocuparte porque se la lleven.
La batería se carga relativamente rápido, entre una y cinco horas. Cada noche, la puedes subir a casa y recargarla.
Como toda bicicleta, es un medio de transporte rápido, silencioso, no contamina, es ecológico y saludable.
Hay que realizar un desembolso inicial para su compra, pero luego su consumo es muchísimo menor que el de cualquier otro vehículo con motor de combustión. Cargar la batería de una bicicleta eléctrica cuesta menos de 1 dólar, mucho menos que llenar el depósito de un carro. Y según un estudio de la marca Yamimoto, el coste medio de mantenimiento de una bicicleta eléctrica que anda 300 kilómetros es de 36 dólares al mes. Comparado con un carro, es muchísimo más económico.
No necesitas ningún tipo de permiso de circulación ni seguro.
Si eres prudente, es un medio seguro. Sobre todo en semáforos o cruces de carretera, consigue ponerse a una velocidad segura en muy poco tiempo, gracias a su aceleración.
Puede alcanzar velocidades de entre 25 y 40 kilómetros por hora, o más, según el modelo y fabricante. Y por supuesto si pedaleas llegarás donde tus piernas quieran y puedan.
Es el vehículo eléctrico más asequible que encontraremos, y un buen punto de partida para iniciarnos en la movilidad eléctrica.
El motor tiene unos 10 años de vida y las baterías, entre uno y dos.
A diferencia de lo que ocurre con otros vehículos de motor, con las bicicletas eléctricas sí podrás ir por las ciclovías.
¿Qué desventajas tiene?
Otros factores que considerar:
El primero y que más peso tiene y que puede hacer que muchos no se decidan por este tipo de ciclos es el precio. Por supuesto, hay mucha variedad, y hay bicicletas eléctricas más baratas y más caras, pero un modelo de gama baja cuesta alrededor de 600 dólares y hay algunos de gama alta de más de 3.500 dólares. En este punto, la bicicleta convencional suma muchísimos más adeptos, como es lógico.
Las reparaciones son menos sencillas que con un ciclo convencional, puesto que tal vez te haga falta una pieza concreta del fabricante de la parte eléctrica. Es decir, puede que no valga con que lo repares tú mismo o lo lleves al taller de la esquina, aunque las reparaciones de la parte convencional del vehículo pueden hacerse en un taller normal.
Como decíamos en las ventajas, el coste medio de mantenimiento de una bicicleta eléctrica que anda 300 kilómetros es de 36 dólares al mes. Comparado con un carro, es muchísimo más económico. Pero comparado con una bicicleta convencional es más, puesto que un ciclo normal no nos da ningún gasto. Es el vehículo más barato que existe.
Hay que tener cuidado con la lluvia y las piezas eléctricas. Si vas en marcha y llueve, al llegar deberás secarla. Y claro, en algunas zonas de Colombia llueve muchísimo.
Fuente (Publicado el 5 de agosto de 2015): twenergy.com