LA HISTORIA DE GHOST RIDER
Antes de comenzar a publicar entradas con temas de interés general, curiosos y extraños, quisiera abrir el Blog con uno de mis comics favoritos...
Su Historia…
Ghost Rider es Jhony Blaze, todo comienza cuando
su padre, Barton Blaze, estrella de acrobacias en moto, muere realizando una
maniobra peligrosa. Es adoptado por Crash Simpson, Blaze rápidamente dominó los
trucos de su nuevo padre. Cuando descubrió que Crash estaba muriendo de una
rara enfermedad, Blaze encontró el coraje para utilizar fuerzas ocultas más
allá de las ligaduras de la comprensión humana, Blaze recreó un antiguo ritual
y vendió su alma inmortal por una cura para Crash.
Blaze sacrificó su alma en vano: un rejuvenecido
Crash encontró la muerte intentando la acrobacia más ambiciosa de su carrera.
El Demonio se materializa para reclamar la deuda. Pero la hija de Crash;
Roxxane, expulsó el demonio del plano mortal recitando un conjuro de
desvanecimiento que había buscado en uno de los libros de Blaze.
Al ser incapaz de reclamar la deuda, Mephisto trasladó la llama viviente que era el alma del demonio Zarathos al cuerpo de Blaze.
Zarathos: Demonio que, en una ocasión fue convocado por un shamán que
acordó que tomaría almas en su nombre. De este modo, mientras el hechicero
captaba almas para Zarathos, se iba haciendo más fuerte, hasta el punto que
llegó a rivalizar con el mismísimo Mephisto.
A partir de entonces, la mezcla de espíritus se
manifestaría cada noche en la forma de Ghost Rider, que usaba sus poderes para
crear una motocicleta mística de puro fuego infernal. Al principio, Blaze
dominaba la personalidad del Ghost Rider, y después de unos pocos meses, sus
automáticas trasformaciones nocturnas finalizaron. Entonces se convertía en
Ghost Rider siempre que sentía místicamente maldad en la cercanía, vengando
vidas inocentes mancilladas por el toque de la maldad. Pero cuanto más Blaze se
convertía en Ghost Rider, era más fuerte que el demonio.
Blaze estuvo condenado a llevar una doble vida.
Durante años, él y Zarathos luchaban para controlar su entidad compuesta. Durante todo
el tiempo, Blaze se esforzaba valerosamente para prevenir que su segunda
personalidad oscura lo controlara. Con el tiempo, se exorcizó a Zarathos cuando
el demonio se encerró en una batalla con un antiguo adversario, y la mitad
humana del Ghost Rider finalmente consiguió una existencia pacífica, o eso
creía.
Años después, Blaze se encontró anhelando la
emoción de su antigua vida, una parte de sí mismo añoraba al Ghost Rider y sus
aventuras juntos, y suspiraba por la libertad del campo abierto. Acosado de
nuevo por el azufre y el fuego infernal, un más viejo y más sabio Blaze se ha
puesto de acuerdo con el Espíritu de la Venganza. Y así el Ghost Rider vaga por
las autopistas, LLEVANDO SU IRA A LAS ALMAS DE LOS MALVADOS Y MALDITOS,
PATEANDO EL ASFALTO EN NOMBRE DEL JUSTO CASTIGO.