Este texto es una colaboración del Cuaderno de CulturaCientífica.com con Next
Cuando pensamos en el futuro, en el nuestro, en el de la Humanidad entera, en el del planeta o en del Sistema Solar, asumimos, sin ser conscientes de ello, de que habrá cosas que siempre serán iguales: un segundo siempre será un segundo, la masa de las partículas siempre será la misma y las constantes fundamentales de la física permanecerán constantes. Pero esto no tiene porque ser así, no existe nada que obligue a ello. Por eso una mirada al pasado nos dirá qué ha ocurrido con estos valores y, de esta manera, poder estimar qué puede pasar en el futuro.
El estudio del espectro de un quásar muy lejano llevado a cabo por Julija Bagdonaite, de la Vrije Universiteit (Holanda), y sus colegas lleva a la conclusión de que no existe variación en líneas espectrales producidas hace 12.400 millones de años, lo que implica que en este tiempo no ha habido variación en las masas relativas del protón y el electrón.
Cuando pensamos en el futuro, en el nuestro, en el de la Humanidad entera, en el del planeta o en del Sistema Solar, asumimos, sin ser conscientes de ello, de que habrá cosas que siempre serán iguales: un segundo siempre será un segundo, la masa de las partículas siempre será la misma y las constantes fundamentales de la física permanecerán constantes. Pero esto no tiene porque ser así, no existe nada que obligue a ello. Por eso una mirada al pasado nos dirá qué ha ocurrido con estos valores y, de esta manera, poder estimar qué puede pasar en el futuro.
El estudio del espectro de un quásar muy lejano llevado a cabo por Julija Bagdonaite, de la Vrije Universiteit (Holanda), y sus colegas lleva a la conclusión de que no existe variación en líneas espectrales producidas hace 12.400 millones de años, lo que implica que en este tiempo no ha habido variación en las masas relativas del protón y el electrón.