Descubriendo los beneficios de comer pan
UN ELEMENTO BASICO DE CASI TODO DESAYUNO EN EL MUNDO: EL PAN
Que el pan está viviendo su mejor momento no es ninguna novedad por algo cada día abren más panaderías y una multitud de talleres para enseñar a prepararlos. Aquí, cuáles son sus tipos y beneficios.
Por Verónica Gurisatti
Si hay algo bueno que tiene el pan es que puede comerse a cualquier hora y ocasión, sobre todo cuando hay hambre. Ya sea artesanal, integral con semillas, blanco, negro o de campo es un alimento revalorizado que tiene su origen en las primeras épocas de la historia y que fue sumando una infinidad de variedades con el paso del tiempo. Se cree que los primeros fueron preparados en Oriente Medio hace nueve mil años a partir del trigo y la cebada molidos y los antiguos egipcios habrían descubierto la manera de hacer los panes fermentados que comemos hoy.
Compañeros de hombres, mujeres y niños, constituyen una importante fuente de energía en muchos países y todos los tipos son muy nutritivos y proporcionan proteínas, hierro, calcio y vitaminas B. Se usan frescos para comer entre comidas como snacks o para acompañar sopas, guisos, pastas y otros platos, tostados o sin tostar con manteca y cubiertos o rellenos de algo dulce o salado y también para preparar pan rallado o budín de pan. Lo ideal es consumirlos lo más frescos posible o guardarlos en el freezer y descongelarlos sólo cuando se van a usar.
El buen pan, el que se cocina con masamadre y harinas sin refinar, se convirtió en el mejor aliado de las dietas, incluso cuando lo que se desea es adelgazar. El secreto para que no engorde es consumirlo en el momento indicado, es decir a media mañana o por la tarde. Como cien gramos de pan blanco tienen 250 calorías, conviene elegir los integrales de centeno o avena, que no tienen menos calorías pero sí más fibra y mayor poder de saciedad. También es conveniente evitar los que tienen frutas secas. Además, los expertos dicen que amasar pan es la nueva terapia antiestrés.
Si hay algo bueno que tiene el pan es que puede comerse a cualquier hora y ocasión, sobre todo cuando hay hambre. Ya sea artesanal, integral con semillas, blanco, negro o de campo es un alimento revalorizado que tiene su origen en las primeras épocas de la historia y que fue sumando una infinidad de variedades con el paso del tiempo. Se cree que los primeros fueron preparados en Oriente Medio hace nueve mil años a partir del trigo y la cebada molidos y los antiguos egipcios habrían descubierto la manera de hacer los panes fermentados que comemos hoy.
Compañeros de hombres, mujeres y niños, constituyen una importante fuente de energía en muchos países y todos los tipos son muy nutritivos y proporcionan proteínas, hierro, calcio y vitaminas B. Se usan frescos para comer entre comidas como snacks o para acompañar sopas, guisos, pastas y otros platos, tostados o sin tostar con manteca y cubiertos o rellenos de algo dulce o salado y también para preparar pan rallado o budín de pan. Lo ideal es consumirlos lo más frescos posible o guardarlos en el freezer y descongelarlos sólo cuando se van a usar.
El buen pan, el que se cocina con masamadre y harinas sin refinar, se convirtió en el mejor aliado de las dietas, incluso cuando lo que se desea es adelgazar. El secreto para que no engorde es consumirlo en el momento indicado, es decir a media mañana o por la tarde. Como cien gramos de pan blanco tienen 250 calorías, conviene elegir los integrales de centeno o avena, que no tienen menos calorías pero sí más fibra y mayor poder de saciedad. También es conveniente evitar los que tienen frutas secas. Además, los expertos dicen que amasar pan es la nueva terapia antiestrés.
Fuente, seguir leyendo (Beneficios y más datos a cerca del pan): www.conexionbrando.com