En Seattle hay un muro que se ha convertido en un punto turístico, se trata de una pared que está completamente tapizada con miles de chicles de todos colores y formas, este lugar es conocido como “Seattle Gum Wall” y se ubica en el centro de la ciudad. El trabajo en esta particular intervención comenzó desde 1993 y desde ahí la tendencia a pegar chicles fue creciendo hasta llegar a lo que es ahora, en sus inicios se intentó detenerlo pero al final se decidió conservar como una atracción.
Además también tiene el título de ser la segunda atracción más grande de gérmenes después de “Blarney Stone” que se encuentra en Irlanda, y regresando a la goma de mascar ya hasta salió en una película, Love Happens.
Fuente: TCLY