Todas las ilustraciones vía: dosisdiarias
Como muchos otros chicos latinoamericanos, las primeras historietas que cayeron en las manos de Alberto Montt fueron las de Condorito, pero como no sabía leer muy bien (tenía cinco años cuando el primer PLOP aterrizó en sus manos), se dedicó, en cambio, a copiar los dibujos que aparecían en las páginas del icónico personaje ilustrado.
Este ecuatoriano que no sabe si es chileno —o al revés— vive de ‘hacer dibujitos’ y cuando está de humor, dibuja lo que se le viene a la cabeza. Su arte y su lápiz tan afilado como su cabeza lo llevaron a que en 2011 Ediciones de la flor, la misma casa que publica a Quino y Liniers presentara sus trabajos: ¿Quién es Montt? y Mecachandié.
Montt es humor inteligente para gente que piensa tonterías.
Entonces, pase por su dosis.
Vice: Hola Montt ¿Qué tal?
Montt:Todo bien gracias.
Vice: He visto tu libreta ¿La llevas siempre contigo?
Llevo a todas partes una libreta en donde mato el tiempo y la cual, además, me sirve para reencontrarme con el papel. Hace ya mucho tiempo que las ilustraciones que hago son en formato digital y este espacio me sirve como ejercicio y catarsis gráfica.
Vice: Hablando de pedazos de papel en los que se hace catarsis ¿Cómo nace 'Libreta de Viaje' y por qué en una editorial independiente como el Proyecto Embudo de la Revista Orsai?
Me invitaron a participar en la Editorial Embudo (de Orsai) porque su principal objetivo era dar un espacio para que los autores publiquen aquel libro que, en principio, no tendría cabida en editoriales más tradicionales. Además proponían un pago de derechos bastante más atractivo que una editorial común. Era perfecto.
Vice: ¿Cómo logras meter en una o dos frases un universo de cosas tan 'ácidas, tan acertadas'? ¿De dónde salen todas estas ideas?
La verdad es que me gustaría hacer tiras más extensas, con un desarrollo y un final. Algo como lo que hacen Liniers o Calpurnio. A mí no me sale. Cuando se me ocurren las ideas generalmente son eso, una polaroid de mi cabeza en un momento determinado. Cuando logro hacer algo en más etapas, lo disfruto mucho. Tampoco pretendo ser ácido por serlo. El blog es un reflejo de mí mismo, sin pretensiones. Algunas veces es más idiota, otras un poco más lúcido o absurdo. Soy yo.
Vice: Eres tú. Al serlo, sin filtros, has caído en la cuenta de que muchas de tus ilustraciones son incómodas para los latinoamericanos 'rezanderos' y todo este catolicismo férreo. ¿Qué opinas del alcance de tu trabajo?
Uno no se da cuenta del alcance al otro lado del monitor. Claro, se ven números, pero eso es abstracto. Tampoco pensaría en un BOOM, jaja. Quizá es algo más como un PLOP! Sea como fuere, me encanta pensar en que alguien, en alguna parte, se siente identificado con aquello que yo dibujo. Tampoco siento que sea una espinita en la gran transnacional que es la Iglesia. Habrá uno que otro que se sienta ofendido, pero la maravilla del internet es que cada quien elige qué quiere ver. Probablemente haya algún rezandero que entre a la página por puro masoquismo... ya sabemos que así son
Vice: Ya que nos pusimos religiosos y escatológicos ¿De dónde viene la obsesión con los diablitos?
Me gusta la simbología religiosa. Además gráficamente son bellos. Vivimos en una sociedad cargadísima hacia el pensamiento mágico y Dios y el Diablo son la expresión perfecta de aquello. Una pareja muy graciosa, por lo demás.
Vice: Hablando del diablo ¿Qué tal es sobrevivir ilustrando cuando la industria editorial está como está?
Muy complejo. Vivir de la venta de libros es casi imposible. Por eso se debe complementar con publicidad, ilustración editorial o cualquier actividad paralela. Me encantaría poder vivir haciendo viñetas. Pasarme el día pensando en cosas divertidas para regalar por la red, pero no se puede.
Vice: ¿Qué males le achacas al mundo?
Solo uno. Está lleno de nosotros.
Vice: Finalmente ¿Cuál es la magia de una buena imagen?
Yo dibujo aquello que me gustaría consumir. Me encanta el humor que requiere que el lector complete el chiste. Que te exija saber algo o leer en capas. No siempre lo logro, pero esas dos o tres veces que sucedió, me sentí bueno en lo que hago. Pasa poco, pero se busca siempre. El ltipo de ilustración que yo hago intenta convencer por el texto, no el dibujo. No soy un gran dibujante, entonces hay que apelar a la idea.
Vice: Gracias por hablar conmigo
Gracias por hablar conmigo.
Via: Vice