Según un artículo, el hábito de fumar está vinculado con una serie de emociones que puedes conocer a continuación.
El blog de ‘De pies y manos’, un centro español de técnicas manuales, nutrición y deporte, elaboró un artículo en el que explicó como el cigarrillo está vinculado a una serie de emociones. “Está considerado como una forma de protección, un “velo” que me permite ocultar ciertas angustias profundas. Creo protegerme por esta pantalla de humo que me rodea y que me impide ver la verdad” se detalla en dicho artículo.
Asimismo, explica que en el inconsciente el cigarrillo sirve como un paliativo para cubrir necesidades pendientes de la infancia, como amor, dedicación y afecto de la madre.
Por tanto, cuando una persona enciende un cigarrillo, como una manía, sin pensar en ello y de manera automática, es porque necesita equilibrar su nerviosidad y su excitabilidad nerviosa. Por tanto, el mensaje oculto tras fumar, es: “Quiero encontrar la paz de mi madre, la seguridad de ésta”, detalla el artículo.
Cuando una persona fuma, solo está tratando de huir a una situación desagradable de su entorno familiar o de su vida, según detalla la publicación. Sin embargo, el humo del cigarro solo hace que las decisiones sean más nebulosas.
¿Qué se puede hacer?
Según la recomendación que se cita en el texto publicado en el portal, es preciso que el fumador identifique sus necesidades auténticas y halle la causa emocional a la cual está vinculada su costumbre al cigarrillo, pues eso ayudará a que cese dicho hábito.
“Entonces veré más claramente lo que realmente quiero en la vida y mis necesidades estarán colmadas en armonía con mi ser auténtico”, recomienda el artículo.
El mecanismo de la adicción
Adicción al sexo, a internet, a comer o las drogas: cada día surgen nuevas "patologías", que pueden clasificarse y tratarse como una enfermedad. Pues bien, muchos especialistas están en desacuerdo con esta teoría, como la psicóloga Débora Bretas, que habló con Terra.
Bretas considera que todas las adicciones tienen la misma raíz, que es la tendencia a la compulsión, que es comportamental. Lejos de clasificar cada adicción como una patología, la psicóloga asegura que estas tienen más que ver con la responsabilidad y la relación con el placer del individuo.
Según Bretas, el ser humano está acostumbrado a los "comportamientos repetitivos y automáticos", pero cuando el hábito se transforma en "vicio", cuando el individuo "prioriza su sensación de placer y el objeto de su hábito sobre su relación con el mundo", dando paso a la adicción.
Fuente: Terra