ESTUDIO SEÑALA QUE LA ALTURA DEL TECHO PUEDE INFLUIR EN LA FORMA EN QUE PENSAMOS, MÁS LIBREMENTE Y DE FORMA ABSTRACTA O MÁS ORDENADAMENTE ENFOCADOS EN LO ESPECÍFICO.
¿Puede el techo que tienes encima estar aplastando tus ideas?
Una investigación realizada por Joan Meyers-Levy, profesora en marketing de la Universidad de Minnesota, sugiere que la forma en que la gente piensa y actúa se ve afectada por la altura del techo bajo el cual se encuentra.
Cuando un techo es alto, la persona tenderá a pensar más libremente, de forma más abstracta. Por el contrario, si el techo es bajo, es más probable que la persona se enfoque en los detalles específicos de las cosas.
El estudio de Meyers-Levy muestra qué tan sensibles somos al espacio físico en que nos encontramos y que, dependiendo de la tarea que queramos realizar, ciertos espacios pueden favorecer más un tipo de pensamiento que otros.
Por supuesto, este no es el único factor que influye. Por ejemplo, la iluminación ayuda mucho a definir la dimensión psicológica de un espacio. Ciertamente no es lo mismo escribir bajo la luz de una vela que frente a un gran ventanal que dé a un bosque.
Fuente: DisInformation