La derecha mediática se esfuerza una y otra vez en crear problemas donde no los hay, crear alarmas para advertir de una imaginaria insostenibilidad continua de la situación cuando gobiernan los socialistas en este país, caso que para ellos es anómalo. ¿Y cómo lo hacen? Pues con el lenguaje, con la utilización de palabras gruesas que intentan definir cualquier acción de gobierno, cualquier postura política no afín a ellos, o simplemente para meter miedo al ciudadano.
Ese lenguaje además se acompaña con caras agrias, una desmedida contundencia a la hora de decirlo, o como ocurre en algunos canales de TDT, y una vez que el compadreo se ha llevado a un límite obsceno, se profieren insultos y mentiras ante el primero que se posa en el debate.
Ahora, y tras la visita del Papa, quien se despachó a gusto antes de aterrizar intentando hacernos creer que en el España los cristianos están perseguidos, se ha acuñado una expresión que nuevamente viene a crear un problema que no se palpa en las calles, pero que intentan meter los dedos en los ojos al gobierno, a la izquierda, y poner un granito de arena más para crispar a la sociedad. Este nuevo término es el de LAICISMO AGRESIVO.
He tenido claro siempre que muchos debates se terminarían rápidamente con el diccionario de la RAE delante, y es que si nos vamos a consultarle tenemos que:
laicismo.
(De laico).
1. m. Doctrina que defiende la independencia del hombre o de la sociedad, y más particularmente del Estado, respecto de cualquier organización o confesión religiosa.
Textual. Así es como definen los académicos esta palabra. Y a la vista de ello, sí, soy laicista. Respetuoso, con la convicción de que la religión católica está presente en muchas expresiones culturales y artísticas, en nuestras fiestas, y forman, en cierta manera, parte de la tradición. Pero eso no me impide ser un laicista.
Pero lo que pasa es que a la derecha el término no le parece demasiado brusco, entonces le añaden el “agresivo” por si había alguna duda. Esto ya descalifica a quien lo dice, ya que si que soy laicista, pero no agresivo al igual que no lo es el gobierno, porque no se defiende esta doctrina mediante la violencia, es donde viene la manipulación. Pero usan esta combinación de palabras porque da más miedo.
Por tanto, por mucho que diga el Papa, Rouco, Martínez Camino o cualquiera de sus guardianes de la rancia derecha mediática, defenderé ese laicismo, no agresivo, radical quizá.
Fuente: Una Celda Con Vistas