Esta tradición milenaria tuvo sus inicios en China durante la dinastía Shang, entre 1766 y 1122 a.C.
Los chinos – que previamente utilizaban las manos y los cuchillos de la cacería para comer – empezaron a adoptar los palillos como cubiertos, pues creían que era toda una falta de educación obligar a los invitados a hacer cualquier tipo de esfuerzo durante las comidas, como tener que cortar un alimento. Los chinos consideraban un acto barbárico servir un pollo asado o un pescado entero durante las comidas, una costumbre que se ilustra con un viejo dicho que reza: “Nos sentamos a la mesa para comer, no para cortar cadáveres”.
Llamados kuai-tzu, los palillos terminaron siendo heredados por los chinos a los japoneses, alrededor del siglo VII, donde adquirieron el nombre de hashi. Al comienzo, los japoneses utilizaban los hashi exclusivamente para ofrecer alimentos a las divinidades, pues las manos se consideraban impuras como para tocar la comida de los dioses.
Pero no demoró demasiado para que, de la misma forma que los chinos, también adoptaran el hábito de comer con palillos, hasta el punto de que los hashi actualmente son unos de los principales símbolos de la cultura nipona. Una de las razones para preservar este hábito tan antiguo es el aislamiento en relación al resto del mundo al que los países orientales se vieron sometidos durante siglos. “Los cubiertos solo se hicieron conocidos en Oriente a la llegada del mundo moderno”, afirma el economista Lumi Toyada, un especialista en la cultura y etiqueta social japonesa.
Actualmente los hashi también se emplean para tomar algunos objetos, obviamente con un poco de entrenamiento.
Fuente : marcianosmx.com/